El primer semestre de 2019 fue muy vertiginoso. Con 5.800 MW de potencia ERNC (Energías Renovables No Convencionales) en operación y otros 1.475 MW en construcción, podemos mirar con optimismo las posibilidades de lograr un 20% de ERNC para el año 2020, cumpliendo el objetivo planteado por ACERA del 20/20, cinco años antes que lo que la actual ley estipula.

Las expectativas a mediano plazo son seguir creciendo a tasas de entre 800 a 1.200 MW por año, representando sobre el 90% de toda la nueva capacidad que se incorpore al sistema interconectado y donde los socios de ACERA son responsables de más del 80% de las inversiones. Este nivel de sostenido crecimiento ha permitido generar una sólida industria de generadores, proveedores y servicios, quienes han hecho de las Energías Renovables su medio de vida, su forma de emprender y una gran fuente generadora de empleos.

El gran esfuerzo de las empresas socias de ACERA por sacar adelante sus proyectos ha estado acompañado de un importante respaldo político y social.

En lo político, vemos con gran optimismo las discusiones que se han generado en torno a la descarbonización, con una primera medida concreta: un cronograma de salida de las primeras ocho centrales termoeléctricas. También vemos cómo importantes proyectos de ley comienzan a gestarse, como la modificación al Impuesto Verde, la nueva ley de Distribución Eléctrica y la ley de Cambio Climático. Tres piezas claves para la modernización del marco regulatorio que necesita responder a las actuales necesidades de mercado, sociales y ambientales.

Por el lado social, nos entusiasma el compromiso de la ciudadanía por obtener respuestas claras, concretas y rápidas a los evidentes y crecientes desastres naturales provocados por el cambio climático. La paciencia parece haberse agotado y lo de Greta Thunberg va mucho más allá de una activista adolescente, sino que representa un sentimiento creciente y masivo. En ACERA tampoco nos quedamos atrás. Estamos trabajando para que la COP 25 -que este año será en Chile- sea un punto de inflexión en las políticas nacionales e internacionales respecto a la urgencia de acelerar las medidas necesarias para frenar el calentamiento global, el desafío más grande que ha enfrentado la humanidad. Y en ese contexto, Chile tiene la oportunidad de consolidar su liderazgo al comprometer medidas altamente ambiciosas, como lograr un Chile 100% Renovable el año 2040 en electricidad, un 100% de vehículos eléctricos al 2050, además del ya público compromiso de ser carbono-neutral al 2050.

Este segundo semestre, en ACERA, seguiremos la senda ya trazada de impulsar un compromiso vinculante y acelerado de descarbonización de la matriz eléctrica. Los beneficios ambientales y sociales son enormes y los impactos en precio y seguridad de suministro casi nulos.

Somos una asociación gremial de larga trayectoria. Nos sentimos distintos, únicos y diversos, manteniendo siempre nuestra misión original, que es transformar a Chile en un país 100% renovable. Además, seguiremos liderando los planes de incorporación de las mujeres a nuestro sector, así como también colaborando con la discapacidad. En la diversidad están las principales decisiones, en las distintas visiones se consiguen las mejores respuestas.

¡Gracias a todos y todas por su gran apoyo!