El procedimiento de declaración de humedales urbanos de oficio se encuentra regulado en el Decreto N° 15, de dicha cartera

El Ministerio del Medio Ambiente reconoció de oficio como nuevo Humedal Urbano para la
comuna de Antofagasta, el humedal del Salar del Carmen, que posee una superficie aproximada
de 51,1 hectáreas.
La información la dio a conocer el seremi de Medio Ambiente de la región, Gustavo Riveros
Adasme, quien precisó que “este 20 de abril se publicó en el Diario Oficial la resolución N°215 de
nuestra cartera, que reconoce a este importante ecosistema como el segundo humedal urbano de
la comuna, luego de La Chimba. Con ello queremos relevar la importancia de estos sitios para las
ciudades, como áreas verdes, espacios para la recreación, control de inundaciones, mitigación al
cambio climático y a la vez, protegerlos de las fuertes amenazas a los que se ven expuestos”,
expresó.
Según consta en la ficha técnica descriptiva trabajada en conjunto con Fundación Kennedy,
entidad que levantó el proyecto para su protección, el humedal Salar del Carmen es un ecosistema
que constituye hábitat para especies de flora y fauna clasificada en categoría de amenaza, para
especies endémicas o migratorias, pues existen registros de presencia de gaviota garuma
(Leocophaeus modestus), especie clasificada como vulnerable.
También es posible apreciar en el sector el reptil corredor de Tarapacá (Microlophus tarapacensis)
que utiliza el perímetro de la vegetación para alimentación y descanso. Además se pueden
observar el chercán (Troglodytes aedon); tijeral (Leptasthenura aegithaloides); el picaflor del norte
(Rhodopis vesper); la paloma de alas blancas (Zenaida meloda); el aguilucho (Geranoaetus
polyosoma), el cernícalo (Falco sparverius) y el halcón peregrino (Falco peregrinus), entre otras
aves.
“Hemos trabajado hace años en este humedal, es un lugar muy importante para la conservación,
principalmente porque es refugio y hábitat para varias especias endémicas y nativas de la comuna
y región de Antofagasta. Este valor ha permitido que el humedal se posicione, no solo como un
área de interés para la conservación de la naturaleza, sino que también para la investigación. Esto
justifica su conservación, ya que es un humedal que se encuentra en condiciones no favorables y
que probablemente, si se hace una adecuada gestión, podría llegar a ser un humedal muy

importante para la comuna de Antofagasta”, señaló Francisco Gómez, coordinador técnico
nacional de proyectos de Fundación Kennedy.
A partir del reconocimiento otorgado al humedal Salar del Carmen, lo que sigue ahora, de acuerdo
con lo que establece la Ley de Humedales Urbanos, es que la delimitación sea integrada al Plan
Regulador Comunal de Antofagasta como un área protegida. Esto tiene dos implicancias, el
primero es que se modifica el uso del suelo; por lo tanto, esto le entrega una protección definitiva
al ecosistema. Por otro lado, todo nuevo proyecto que se quiera construir en el mismo lugar o sus
alrededores, será susceptible de pasar por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)
para evitar afectación directa o indirecta al humedal.
En tanto, la Ley establece que la municipalidad debe escribir y publicar la Ordenanza de
Humedales Urbanos para la comuna de Antofagasta.
"Nuestro interés es lograr que se complete la protección de todos los Humedales Urbanos de
Antofagasta, hoy se ha avanzado en dos de los siete. Hay otra postulación que está en curso para
Las Vertientes de La Chimba, que fue gestionada por la Seremi de Medio Ambiente y la ONG
Raíces Endémicas; aun así, queremos impulsar las cuatro que faltan para establecer una red de
humedales protegidos para la ciudad de Antofagasta”, dijo María José Domínguez, directora
ejecutiva de Fundación Kennedy.
Desde la fundación aseguran que la protección es el primer paso, pero ahora hay que trabajar en
un proyecto de conservación que mantenga y recupere los atributos del lugar, seguir con
investigaciones que permitan conocer más sobre las especies, generar mecanismos de visitas
controladas para las personas, esto para no perturbar a la fauna y proteger el sector.