“El mar dará a cada hombre una nueva esperanza, como el dormir le da sueños “.  El mar es un bien común de la humanidad, depende de todos preservarlo. Esto requiere un mayor conocimiento de su funcionamiento y estado de conservación de su fauna y flora.

Incluso hoy, solo conocemos una pequeña parte del fondo marino. Los avances tecnológicos permiten nuevos descubrimientos todos los días. Durante siglos, la humanidad ha actuado como si los mares y océanos fueran recursos inagotables, capaces de alimentarnos y absorber todos nuestros desechos. Pero no lo es.

Ante la inexorable destrucción de nuestros manglares, pastos marinos, arrecifes y el daño a las áreas de crianza de peces, el medio marino se ve amenazado, pero también los servicios ecosistémicos que brinda, tales como los recursos pesqueros.

La lista de amenazas a los océanos sí es ilimitada. Las actividades humanas generan múltiples formas de contaminación: aguas residuales, pesticidas, hidrocarburos e incluso plásticos. En muchos mares de todo el mundo, las poblaciones de peces están sobreexplotadas por la sobrepesca.

Chile puede llegar a ser una potencia alimenticia pesquera y acuícola de las más grandes del mundo. Nuestro país está presente en los dos océanos; Atlántico y Pacífico. Esto representa inmensos recursos para la alimentación, la energía, la investigación científica, pero también trae consigo obligaciones.

Una gran cantidad de residuos del mar (envases de alimentos, plásticos, colillas, etc.) acaban regularmente en la playa. De hecho, la mayor parte de esta basura marina es terrestre (transportada al mar por la escorrentía). A todo esto hay que añadir, la contaminación que provoca el  transporte maritimo. Por eso las playas necesitan limpieza durante todo el año.

No hay dudas de que los desechos industriales alteran la composición biogeoquímica de las aguas, pero el impacto relativo con respecto a las variables naturales aún no ha sido abordado del todo. La decisión de instalar y mantener industrias que liberan sus desechos al mar en lugares con baja circulación y lenta renovación de aguas, y donde sus zonas aledañas han sido definidas como zonas de surgencia intensa y retención, deben ser constantemente evaluadas para disminuir los efectos de factores incidentes (naturales + antrópicos).

Se están estudiando proyectos para instalar turbinas eólicas marinas y turbinas mareomotrices. La temperatura media del planeta ha ido aumentando muy rápidamente durante un siglo. La principal causa de este calentamiento es la excesiva presencia de “gases de efecto invernadero” en la atmósfera. El océano ayuda a regular esta fiebre, pero no es suficiente. Debemos detener nuestra sobreproducción de gas que desequilibra el ecosistema planetario. Vientos, corrientes, olas, mareas, respiraderos hidrotermales son fenómenos inagotables que permiten producir energía de forma limpia y sostenible.

La protección de nuestros ecosistemas marinos es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo. Somos conscientes de esto y estamos llevando a cabo proyectos de campo, con el fin de garantizar la productividad sostenible de la pesca y la restauración de los ecosistemas marinos, al tiempo que se mejora la subsistencia de las comunidades costeras y el equilibrio de la biodiversidad.