Entre un 25% y 33% de los trabajadores que se desempeñaron en las faenas de ensamblaje de heliostatos y montaje en el campo solar durante la construcción del complejo solar Cerro Dominador, fueron mujeres gracias al Programa Espejos.

Dentro de la industria energética, sólo entre el 20 y 25% de la dotación es mujer, según un estudio realizado por el Ministerio de Energía, en el marco del Plan de Energía + Mujer. Los focos en la solución de esta brecha han tomado protagonismo durante los últimos años y es un esfuerzo trabajado también desde el Clúster de Energía del Comité Corfo Antofagasta.

Songel Aracena, mujer pampina, madre y trabajadora, actualmente Operadora de Terreno de la empresa Operador Atacama, consorcio entre Acciona y Abengoa para Operación y Mantención de la planta CSP del Complejo Solar Cerro Dominador, cuenta su experiencia en el rubro energético y cómo, paso a paso, derribó los obstáculos que se le presentaron en el camino.

Cuenta que, hace un par de años, convocaron a participar de un proceso de selección para que hombres y mujeres se emplearan para el ensamblaje y montaje de los heliostatos que forman parte del campo solar de lo que hoy es la primera planta de concentración solar de potencia con tecnología de torre en Chile y Latinoamérica, ubicada en nuestra Región de Antofagasta y específicamente en la comuna de María Elena.

Superando esta indecisión y tomando la oportunidad de postular, hoy es posible que Songel sea operadora de terreno de dicha faena: “en aquel entonces tenía muchas inseguridades, principalmente porque no tenía la preparación para enfrentar un desafío laboral como el que se nos ofrecía y que, si bien había trabajado en otras labores, nunca en un proyecto de energía.”

Sin embargo, no todo fue perfecto al comienzo, el rubro de construcción está liderado por hombres y – asegura – no es fácil derribar los mitos que prevalecen sobre las mujeres y su rol laboral dentro de la sociedad. Esto no logró vencerla: “cuando eres una mujer que debe sacar adelante un hogar y a tus hijos, sacas fuerzas para ‘echar para adelante’, vencer miedos y aprovechar las oportunidades. Yo me atreví, ingresé al proyecto y me desempeñé en la OP 30, donde tenía como función montar cerchas, una de las partes de los heliostatos”.

Por otro lado, gracias a su perseverancia, las oportunidades no tardaron en llegar. La empresa Cerro Dominador, parte del directorio del Clúster de Energía, impulsó el Programa Espejo que consistió en capacitar a mujeres locales para que hicieran cargo de ensamblajes de espejos. “Para mí significó una oportunidad que he sabido aprovechar y estoy completamente segura que los programas que ayudan a nuestro género y creen en nosotras se deben replicar. Sé que hay más mujeres con las mismas ganas y con sueños al igual que yo”.

Luego de terminar sus labores en la nave de fabricación como maestra primera, fue considerada para formar parte de la Operación y Mantención del proyecto, por lo que se encuentra en una intensa etapa de formación entregada por el mismo equipo de las empresas Abengoa y Acciona, y otra a cargo del Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (CEIM).

Sin duda, para Songel Aracena ser parte de las filas de Cerro Dominador ha cambiado su vida: “me gustaría que muchas otras mujeres se atrevieran, que aprovecharan el boom de las energías renovables y no temieran dar un giro a sus vidas. Las oportunidades llegan, pero también se buscan”.

Hoy se levantan proyectos en la Región que pretenden dar espacio para que las mujeres demuestren su potencial, apelando a cambiar las cifras existentes y mejorando la equidad de género en la industria energética.