Para Felipe Dutilh, gerente de Recipet/Typack, con la implementación de la
Ley REP, Chile avanza hacia la sustentabilidad. Aunque a un ritmo que
todavía no es suficiente.

En países en vías de desarrollo, como Chile, los residuos industriales y
domiciliarios son eliminados en vertederos y rellenos sanitarios que, si bien
cuentan con normas y regulaciones ambientales, no son una solución definitiva.
Este 17 de mayo, en el Día Mundial del Reciclaje, es una excelente oportunidad
para analizar en qué situación se encuentra el reciclaje en nuestro país, cómo ha
avanzado la implementación de la Ley REP (Ley de Responsabilidad Extendida
del Productor y Fomento al Reciclaje) y los desafíos que vienen, especialmente si
tomamos en cuenta que la sustentabilidad ha ganado terreno en los últimos años.
La idea de que cada residuo o desecho que potencialmente pueda ser reutilizado,
se revalorice evitando su eliminación, es el objetivo de la Ley REP que comenzó a
regir el 2023. Primero, en febrero de ese año, comenzaron a operar las metas de
reciclaje para neumáticos. Luego, en septiembre de 2023, se extendió a envases
y embalajes, el segmento más masivo. La ley establece que pronto entren en este
círculo de reciclaje cuatros categorías más: pilas, artículos eléctricos y
electrónicos, aceites lubricantes y baterías.
“El chileno y en Chile se está reciclando más, así lo demuestran cifras de la
Asociación Nacional de Industriales de la Industria del Reciclaje (ANIR). De
acuerdo con el Reporte del Estado del Medio Ambiente 2023 (REMA)1 del
Ministerio de Medio Ambiente de Chile, en el 2021 se generó un total de 19,6
millones de toneladas de residuos. De esas cifras, sólo menos del 20% es
valorizado, el resto se elimina”, dice Felipe Dutilh, gerente general de
Recipet/Typack, y director de la ANIR.
A juicio de Felipe Dutilh, los principales elementos que reciclamos en Chile, en la
categoría envases y embalajes, son el papel, vidrio y el plástico, y en otras áreas,
aceites y lubricantes, baterías y neumáticos.

“El inicio de las metas de la Ley REP, que comenzó el año pasado, es un gran hito
cuyo desempeño está todavía en desarrollo. Estamos en los ‘primeros minutos’ de
su implementación en lo que corresponde a Envases y Embalajes, es muy prematuro colocarle nota, pero el inicio ha sido difícil. Los sistemas de gestión
están haciendo un gran esfuerzo, pero algunos no han respondido como se
esperaba y están al debe”, dice al hacer un análisis.

En Chile, se usan aproximadamente 120.000 toneladas de plásticos PET,
principalmente de botellas, de los que se recicla aproximadamente el 20%. “Ha ido
en aumento, pero muy lento. Con la Ley REP debiéramos tener un salto
importante, que aún no se ve, esperamos que este sea el año”, señala el gerente
de Recipet/Typack.

Según Felipe Dutilh,las empresas en Chile han avanzado en sus compromisos
medioambientales más rápido de lo que pensamos y, en parte, se debe a que el
consumidor lo está pidiendo. “Me atrevería a creer que los hogares y
consumidores están también con una mayor conciencia sobre el reciclaje. Pero los
que no están al mismo ritmo son el estado, las municipalidades, con sus
ordenanzas, la coordinación municipalidad con los sistemas de gestión, entre
otros. El ciudadano y muchas autoridades (en especial los alcaldes) no saben lo
que es la Ley REP porque prácticamente no ha habido campañas de difusión,
capacitación, una explicación de cómo avanzar, de colaboración público- privado.

Para seguir avanzando, faltan mayores esfuerzos del estado en promover la
economía circular y la Ley REP, una mayor difusión de los sistemas de gestión y
sus objetivos”, puntualiza el gerente general de Recipet/Typack.

Recipet es la planta recicladora de plástico PET en operación más grande de
Chile, y una de las más importantes de Sudamérica. Ubicada en San Bernardo,
Región Metropolitana, cuenta con una capacidad instalada de reciclaje de
aproximadamente 1.000 toneladas mensuales. Actualmente procesa un promedio
de 800 toneladas mensuales de PET que recibe desde todo el país, desde Arica a
Punta Arenas, incluido Isla de Pascua, a través de una larga red de recicladores
base. Ese plástico es convertido en flakes (hojuelas) de PET, materia prima que
posteriormente se utiliza por la empresa hermana Typack para fabricar envases
para fruta fresca de exportación (berries y uvas), verduras y también bandejas
para carnes y otros alimentos. Estos envases tienen la cualidad de poder volver a
reciclarse, generando así un ejemplo claro de economía circular.