A través del Programa de Apoyo a la Salud Mental Infantil (PASMI), los CESFAM entregan contención a más de mil usuarios de Antofagasta de entre 5 y 9 años.

De acuerdo a un estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica y la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), un tercio de los adultos en Chile estaría experimentando problemas de salud mental como efecto de la pandemia. En el caso de los niños, niñas y adolescentes la situación podría ser aún más compleja, toda vez que las señales de alerta se traducirían en cambios conductuales de difícil percepción.

Precisamente al conmemorarse este sábado 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental, es que la Atención Primaria de Antofagasta hizo un llamado a los padres y tutores a velar por el bienestar emocional de los infantes, a la postre la población más vulnerable a experimentar algún grado de afectación transitoria o permanente en términos cognitivos, físicos o sociales.

En nuestra comuna, más de mil niños y niñas de entre 5 y 9 años son beneficiarios del Programa de Apoyo a la Salud Mental Infantil (PASMI) que opera en los ocho centros de salud familiar de Antofagasta y en el Centro Comunitario de Salud Familiar (CECOSF) María Cuida La Chimba; en este último recinto, 40 usuarios se encuentran actualmente en control precisamente para abordar los efectos que la pandemia que ha provocado en los pequeños, condiciones o patologías que presentan los usuarios o situaciones derivadas de los riesgos psicosociales existentes en el área.

Nicole Maragaño, psicóloga del CECOSF María Cuida la Chimba, explicó que “dado que los niños y niñas no expresan sus emociones recurrentemente vía verbal, se recomienda recurrir al juego y al arte, por lo que se les puede pedir que dibujen las actividades que les gusta hacer, la persona a la que extrañan, también se pueden generar juegos de roles a través de muñecas o figuras y es muy relevante observar cómo juegan porque es una demostración de lo que ocurre en su mundo interno”.

LUCES DE ALERTA

Maragaño sostiene que para pesquisar las luces de alerta que indiquen una alteración en la salud mental de los infantes, debemos prestar atención cuando vemos un cambio muy brusco de conducta, de ánimo, irritabilidad y terrores nocturnos. En el caso del Covid, después que un familiar ha superado este virus podemos ver miedo a la muerte o a que una persona se enferme, además de acciones muy repetitivas o que entorpezcan el diario vivir, todas ellas pueden ser señales para llamar nuestra atención y por las cuales se debe consultar”.

En caso que los padres o tutores detecten estas acciones, deben acercarse al Servicio de Orientación Medico Estadístico (SOME) que opera en todos los CESFAM y CECOSF de la comuna, a efecto de solicitar una hora con el psicólogo a cargo, prestaciones que también pueden ser urgencias.

Las atenciones profesionales se realizan tanto vía remota como presencialmente, lo anterior puesto que es fundamental observar la conducta de los pequeños en forma directa.

BOTELLA DE LA CALMA

La psicóloga del Programa PASMI, Nicole Maragaño, dio cuenta de una estrategia muy accesible que pueden utilizar los adultos para promover la exteriorización del sentir deniños y niñas. Se trata de la botella de la calma, estrategia que permite canalizar la ira mediante la respiración, ponerle un nombre a las emociones y luego conversar de aquello que los está molestando para alcanzar la autoregulación.

Para confeccionarla, sólo se requiere una botella plástica transparente de cualquier tamaño, agua tibia y brillantina. Cuando el recipiente se agita, el pequeño puede ver cómo la purpurina se mueve en forma descontrolada al igual que sus sentimientos cuando se enoja. Una vez que los brillos comienzan a precipitarse, se puede alcanzar un estado de calma para dar paso a la expresión.

Maragaño finalizó puntualizando que debemos desmitificar la salud mental y darle la real importancia que posee en el bienestar de toda persona, por lo cual se debe estar atento a las señales de alerta que en especial entregan los niños y las niñas.