El World Economic Forum y Accenture acaban de lanzar una nueva versión del Índice de Transición Energética, donde se destacan los avances de Chile en cuanto a transición energética.
En términos generales, el estudio concluyó que, a pesar de la expansión continua de las energías renovables y la mejora en la eficiencia energética, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía alcanzaron un récord de 37.8 mil millones de toneladas a nivel global. La inversión en energía limpia creció hasta superar los $2 billones, es decir, el doble de los niveles de 2020, pero aún muy por debajo de los $5.6 billones necesarios anualmente hasta 2030. Además, el crecimiento anual de la inversión se redujo al 11%, frente al 24-29% anual en los tres años anteriores.
El estudio mide tres aspectos principales para calificar el avance de los países hacia la transición energética:
- Seguridad: Garantizar un suministro de energía estable y resiliente a través de la diversificación (en la mezcla energética, socios comerciales y fuentes de generación eléctrica), la confiabilidad de la red y el suministro de energía, y una infraestructura robusta para mejorar la adaptabilidad a choques externos.
- Equidad: Garantizar el acceso a la energía para todos (consumidores e industrias), la asequibilidad de la energía y la estabilidad de los precios, mientras se apoya el crecimiento económico y el desarrollo.
- Sostenibilidad: Avanzar en el desempeño ambiental de los sistemas energéticos para apoyar un futuro de bajas emisiones, eficiente en recursos y con energía limpia, reduciendo la intensidad de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), mejorando la eficiencia energética, reduciendo las huellas de energía y emisiones per cápita y aumentando la proporción de energía limpia en la demanda final a través de medidas equilibradas del lado de la demanda y el suministro.
En general, 65% de los países mejoró sus puntajes del Índice de Transformación Energética en 2025, pero solo 28% avanzó simultáneamente en seguridad, equidad y sostenibilidad, lo que refleja un progreso desigual. Este año, Chile ocupó el puesto 21, lo que lo ubica como el segundo país que más ha avanzado en términos de transición energética en la región, después de Brasil, que está en el puesto 15.
Entre las medidas de Chile destacadas en el informe se encuentran la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, lanzada en 2020, que utiliza las fortalezas renovables regionales para diseñar hubs de hidrógeno diferenciados, con el objetivo de impulsar salvaguardas ambientales, empleos locales y exportaciones. Así también, destaca la claridad regulatoria significativa de Chile en el desarrollo y la implementación de políticas para el amoníaco verde.
Además, en el reporte es citado el Presidente Gabriel Boric, diciendo que “tenemos la oportunidad de desarrollarnos y convertirnos en líderes en energía renovable, en particular en hidrógeno verde y energía eólica, y de exportarlas al mundo”. Es el único líder de Latinoamérica citado en el estudio.
Mariana De Pablo, Directora Ejecutiva de Accenture Chile destacó que “estos resultados son muy positivos para nuestro país. Las medidas concretas implementadas por Chile para avanzar hacia la transición energética son un ejemplo inspirador para otros países de la región y del mundo, mostrando que, con políticas adecuadas y una visión a largo plazo, es posible avanzar en seguridad, equidad y sostenibilidad energética de manera equilibrada”.
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