– El proyecto que ha promovido la colaboración de laboratorios universitarios, organizaciones internacionales y empresas, ya reúne a una docena de instituciones de Educación Superior a nivel nacional, las que podrían secuenciar hasta 954 muestras a la semana para el análisis y seguimiento de variantes del Coronavirus.  

Dos nuevas instituciones se suman al trabajo de la Red Universitaria de Secuenciación Genómica del SARS-CoV-2 impulsada por el Ministerio de Ciencia. Se trata de la Universidad de Valparaíso (UV) y de la Universidad de Atacama (UDA). Con estas incorporaciones, la iniciativa ya cuenta con 12 casas de estudios para el análisis genómico del Coronavirus, completando el refuerzo de estas capacidades en las cinco macrozonas en las que se desconcentra territorialmente el ministerio.

El proyecto liderado por el MinCiencia y un consejo asesor científico, tiene como objetivo complementar el trabajo del Instituto de Salud Pública (ISP) en la secuenciación del SARS-CoV-2. Esto, para contribuir a la pesquisa de las variantes existentes del Coronavirus y de las nuevas que puedan surgir.

El ministro de Ciencia, Andrés Couve, destacó que “esta colaboración de la comunidad científica en distintas regiones del país se ha traducido en un aumento de la capacidad de secuenciación genómica a nivel nacional. Un trabajo especialmente relevante si consideramos las constantes mutaciones y surgimiento de variantes del virus, como es el caso de la presencia de la nueva variante Mu en Chile. A cerca de tres meses de su puesta en marcha, esta red ya cuenta con la capacidad para secuenciar 954 muestras semanales, adicionales al alcance que tiene el Ministerio de Salud a través del ISP”.

Además de las universidades de Valparaíso y de Atacama, son parte de la red la Pontificia Universidad Católica; Universidad del Desarrollo; Universidad Austral; Universidad Andrés Bello; Universidad de Magallanes; Universidad de Antofagasta; Universidad de Concepción; Universidad de Santiago; Universidad de Chile y la Universidad de la Frontera.

Nuevos actores en la red

La incorporación de las universidades de Atacama y Valparaíso cumple con un hito en el trabajo de la Red Universitaria de Secuenciación Genómica del SARS-CoV-2, debido a que completa su instalación en las cinco macrozonasdel Ministerio de Ciencia (Norte, Centro, Centro-Sur, Sur y Austral).

Desde la casa de estudios de Valparaíso destacan su inclusión en el proyecto, valorando la importancia de poner el conocimiento al servicio de los requerimientos de la sociedad y de la región. Según sus estimaciones, las instalaciones propias les permitirán aportar con 100 muestras secuenciadas a la semana.

“La secuenciación genómica es crucial para combatir la pandemia, ya que permite identificar no sólo variantes previamente descritas, su linaje y nivel de circulación, sino que también la aparición de nuevas, las que pueden afectar la transmisibilidad del virus, la gravedad de la enfermedad o la eficacia de terapias y vacunas”, señala el director de la Unidad de Genómica de la UV, Pablo Moya.

La institución de Copiapó, en tanto, cuenta con una capacidad para procesar 96 muestras cada siete días.

“Está es una excelente noticia para la región de Atacama. Seguimos avanzando en construir una sólida red de vigilancia genómica para nuestro país.  El laboratorio de la Universidad de Atacama cuenta con capital humano de alto nivel, infraestructura y equipamiento que permitirán la secuenciación genómica tanto de SARS CoV2 como también de otros virus emergentes en la región” destacó la Seremi de Ciencia de la Macrozona Norte, Daniela Barría.

“Poder participar de esta red es un hito que va a permitir seguir descentralizando la secuenciación. Primero, va a dejar capacidad instalada, con capital humano e infraestructura con el conocimiento específico en la Macrozona Norte. Y también va a disminuir los tiempos de respuestas para obtener la información necesaria para la toma de decisiones”, dijo el director de investigación y director técnico del laboratorio de Biología Molecular de la UDA, César Echeverría.

Cabe destacar que la red ha recibido también el respaldo de otros relevantes actores, como de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) y el National Institutes of Health (NIH), la agencia norteamericana para la investigación en salud.