• Un académico, una profesora y una actriz explican las razones por las que ambas formas de conocimiento están relacionadas entre sí, pese a las diferencias.

La Real Academia Española señala que arte, en una de sus acepciones, significa: “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”. En tanto, para la palabra ciencia, la institución suscribe que el significado es: “Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente”.

En ese contexto, si bien se podría considerar el arte y la ciencia como formas de conocimiento totalmente distintas entre sí, vale la pena indagar en la conexión que existe entre ambos y la razón por la cual han estado estrechamente relacionados a lo largo del desarrollo de la humanidad.

El académico y jefe de carrera de Artes Escénicas de la Universidad de Antofagasta (UA), Mg. Alberto Olguín, afirma que la conexión entre el arte y la ciencia tiene su explicación en el pasado cuando los seres humanos, hombres y mujeres, requirieron explicarse, sublimar o representar cosas de su propia vida.

“En los orígenes, el arte y la ciencia iban juntas, es decir, la gente hacía arte mientras pintaba o bailaba y quería explicarse el porqué de las estrellas, y bailaba a esa estrella, por ejemplo. Entonces, había una mezcla ahí que se fue separando con el tiempo y que, nuestra mirada yo diría, de los procesos de la modernidad, los fue separando, pero evidentemente la naturaleza cada día es más fuerte y los está juntando más”, expresa el actor de profesión.

El PAR Explora Antofagasta, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN), en el marco del programa NorteCiencia +Investigación +Innovación, realizó una capacitación docente enfocada en el arte, que estuvo dirigida a los profesores de los establecimientos educacionales de la Región de Antofagasta. En esa capacitación expuso el Mg. Olguín.

También, se llevó a cabo un taller de artes escénicas para los estudiantes de primero a cuarto año de enseñanza media. Ambas actividades se desarrollaron de manera virtual.

 

CIENTÍFICOS Y ARTISTAS

El Mg. Olguín explica que tanto científicos como artistas requieren mutuamente de las herramientas propias de la ciencia y del arte. “Hoy día no se entiende un científico si no es capaz de tener esa capacidad de entender la subjetividad del mundo del arte, por ejemplo, y los grandes científicos del mundo siempre han tenido una especial predilección por una rama del arte; y al revés también, los artistas tienen que tener una curiosidad para conocer su entorno, para responder las preguntas, y eso lo han aprendido de la ciencia, la metodología, el trabajo en equipo, la capacidad de análisis, la reflexión, la mirada crítica”, enfatiza.

En ese contexto, el académico subraya que el arte y la ciencia son parte del comportamiento humano y que interactúan todos los días de manera estrecha. “Lo que pasa es que nos hemos encargado, a través de la mirada que tenemos del mundo y de la productividad, de que funcionen por separados, pero ese es un error que se está corrigiendo solo, porque es parte de la naturaleza que el arte y la ciencia vayan de la mano, ya que su origen es único, vienen de un mismo lugar, que es la reflexión y la curiosidad de las mujeres y de los hombres de toda la historia de la humanidad”, declara.

ARTE Y CIENCIA EN EL AULA

La profesora de Ciencia de la escuela Humberto González Echegoyen (D-121), de Antofagasta, Ester Lara, recuerda que cuando sus estudiantes eran más pequeños uno de los contenidos que les enseñó fue el sistema solar. Para ello, realizó un trabajo en el cual los niños y niñas tuvieron que utilizar materiales como témpera, cáscaras de naranja y trozos de lana para graficar las órbitas de los planetas.  “Como profesora de ciencia, generalmente articulo mucho el arte con eso, la creatividad de los niños, la exploración de sus habilidades, porque ellos hasta que no lo hacen no se dan cuenta”, manifiesta.

Al igual que el académico y jefe de carrera de Artes Escénicas de la UA, la docente coincide que el arte y la ciencia tienen una estrecha conexión entre sí. “Cuando uno usa el arte, explora; en el método científico también explora, también investiga lo que quiere hacer. Uno con el arte puede explorar al ser humano y sacar lo mejor de un científico, porque si bien es cierto que no todas las personas tienen el título de científico, al final todos los seres humanos tenemos algo de científicos. Entonces, el arte tiene mucho que ver con eso”, opina.

MÉTODO CIENTÍFICO

La actriz de la Compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta, Verónica Torres, quien fue una de las monitoras del taller dirigido a los estudiantes, explica que el objetivo fue presentar a los niños y las niñas la estructura dramática aristotélica, la cual se trabaja desde los inicios del teatro para poder crear una historia.

“Queríamos presentárselas para que ellos vieran cómo en el teatro, en el arte en general, también hay un procedimiento como en el caso del método científico. También trabajamos la duda, la experimentación, y generamos acciones para salir de esas dudas. Entonces, quisimos a grosso modo mostrar esta estructura dramática aristotélica y que ellos también se atrevieran y pudieran generar una historia de forma colectiva, guiándose por las unidades aristotélicas”, asegura.

La actriz plantea que muchas cosas del teatro están vinculadas con la ciencia, particularmente con el método científico, que aboga por una serie de pasos para la obtención de nuevos conocimientos. “Nosotros, cuando entramos a estudiar nos damos cuenta que muchas cosas del teatro que son técnicas, 100 por ciento académicas, después uno las traspasa a la vida, desde la respiración, desde la voz, y en este caso es el ordenarse, que es necesario seguir etapas al igual que al generar una historia para que sea atractiva”, finaliza.