A comienzos de marzo, Yahaira Barrueto, ingeniera civil en procesos de la Universidad de Antofagasta, llegó a la Escuela de Ingeniería Química de la PUCV para realizar una pasantía por tres meses, y así trabajar en su proyecto de investigación de doctorado, denominado “Recuperación de metales valiosos, a través de procesos hidrometalúrgicos verdes desde residuos electrónicos”.

“Desde tercer año de universidad comencé a interesarme por el área de investigación. Luego de realizar la práctica profesional, mi jefe de carrera me ofreció cursar el doctorado en la misma UA. Fue así como postulé a una beca Conicyt y me la adjudiqué”, comenta Yahaira.

La investigación se centra en tratar los residuos electrónicos para recuperar metales valiosos, como cobre, cobalto, oro y plata, pero cuidando que el proceso sea amigable con el medio ambiente. Para lograr lo anterior, la investigadora se propuso utilizar líquidos iónicos y así evitar que el reciclaje contamine.

De esta forma, Yahaira comenzó a buscar referentes de líquidos iónicos, lo que le permitió ubicar al profesor y especialista en el área, Dr. Carlos Carlesi; y al primer doctor de la Universidad de Antofagasta, Dr. Jaime Morales, quien mantiene un estrecho contacto con la UA.

“Logramos desarrollar un trabajo colaborativo con la UA, especialmente con el programa de doctorado. A pesar de que aún no existe un convenio establecido entre ambas universidades, recibimos a Yahaira y podemos continuar teniendo alumnos que realicen trabajos experimentales, y así nosotros también ser partícipes del programa. En todo caso, pretendemos iniciar conversaciones con el director del doctorado para solicitar el establecimiento un convenio marco que nos permita recibir permanentemente a estos jóvenes investigadores”, señala el profesor de la EIQ-PUCV, Jaime Morales.

Una de las aristas importantes de la investigación tiene que ver con la extracción de materiales a partir de los residuos electrónicos, proceso denominado “lixiviación de desechos electrónicos”, y en el cual participa el profesor de la EIQ-PUCV,  Dr. Álvaro Aracena.

“Mi intervención tiene que ver con el área metalúrgica del proyecto. Mi rol es retroalimentar a Yahaira en su tesis doctoral con respecto a la extracción de metales desde residuos electrónicos. En mi caso, en el LIAM (Laboratorio de Investigación Aplicada en Metalurgia Extractiva), hemos trabajado en años anteriores en lixiviación de metales de residuos electrónicos (los raee´s), mediante uso de soluciones lixiviantes en medio ácido y en medio básico, y nos dio muy buenos resultados, extrayendo el oro, la plata y, como subproducto, otros metales. Lo anterior, nació a partir de un proyecto Voucher de Innovación para Empresas de Mujeres 2017 de Innova Chile Corfo, en conjunto con la empresa Bellbast”, destaca el Dr. Aracena.

La investigación se encuentra en las últimas etapas, ya que finalizaron todas las pruebas experimentales y se sintetizaron los líquidos iónicos obteniendo, en general, muy buenos resultados. “Al principio iba a hacer las pruebas sólo con dos líquidos iónicos, pero finalmente terminé sintetizando cuatro, lo que provocó que el plan de trabajo se desordenara un poco, y me tardara un poco más.”, señala Yahaira.

Trabajo Experimental

El trabajo experimental pretende extraer cobre, ya que los dispositivos electrónicos contienen hasta un 10% más de ese metal que otros productos. También se pretende recuperar cobalto, considerando su alta demanda, dada la irrupción de los autos electrónicos cuyas baterías no sólo contienen litio, sino además Co. Las grandes reservas de este metal en el Congo, pero cuya extracción se realiza a través de la explotación infantil, ha hecho que muchas empresas no compren cobalto a África, disminuyendo considerablemente la oferta de este elemento y, por ende, se ha elevado su valor. Otros elementos que se pretenden extraer de los dispositivos electrónicos son el oro y la plata, que por considerarse metales preciosos son siempre muy bien cotizados en el mercado.

Cabe destacar, que a partir de este trabajo Yahaira pretende obtener, al menos, dos publicaciones en revistas científicas, lo que sin duda, también es un gran aporte para la Escuela de Ingeniería Química.

“Es súper interesante el trabajo que está haciendo esta estudiante, ya que su investigación nos abre un campo nuevo al recibir alumnos de doctorado en nuestra Escuela, lo que además nos permite aumentar nuestros índices de publicaciones, porque se trata de un trabajo colaborativo entre ambas universidades. Lo anterior, nos abrirá nuevos espacios en el ámbito del postgrado”, señala el profesor Morales.