• Para investigar más sobre este tema, “Norte y Energía” tomó contacto con la Seremi de Energía, con la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA A.G.; con la Asociación Chilena de Hidrógeno, H2 Chile y con la Cámara Minera de Chile.

 El pasado 3 de noviembre el Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Energía, Carlos Jobet, presentaron la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde en Chile, las cual busca –anunciaron las autoridades- que nuestro país se convierta en líder mundial en la producción de esta fuente de energía limpia y sustentable. Este hito tuvo lugar en el contexto de la inauguración de la conferencia internacional “Chile 2020: Green Hydrogen Summit”.

Durante el evento -el mayor de América Latina y una de las principales conferencias digitales de acceso abierto sobre el tema a nivel internacional- el Presidente Piñera destacó que “el hidrógeno verde nos permitirá exportar nuestras energías renovables a un mundo que avanza rápidamente hacia la descarbonización y que necesita de energías limpias y asequibles”.

Desde el Ministerio de Energía indicaron que “este nuevo polo de progreso para el país implicará -según las estimaciones- la creación de unos 100.000 empleos y US$ 200 mil millones en inversión durante los próximos 20 años”.

Suena prometedor, pero, antes de seguir con las proyecciones y oportunidades que se vislumbran a futuro sobre este tema, es preciso definir someramente qué es hidrógeno verde.

La Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA A.G, indicó en su sitio de Internet que “el elemento que más abunda en el planeta es el hidrógeno, y en la actualidad existen distintas formas de obtenerlo (…) En un 95% se produce a nivel mundial desde el gas natural, petróleo y el carbón, llamado ‘hidrógeno gris’, el cual tiene un método industrial poco amigable con el medio ambiente, siendo responsable del 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global”.

No obstante, añadió la entidad gremial, “también existe un proceso llamado ‘electrólisis’, método que consiste en separar el hidrógeno y el oxígeno de la molécula del agua (H2O), mediante la aplicación de electricidad. Si la descomposición de la molécula de agua es a partir de electricidad que proviene en un 100% de energías renovables, se le denomina hidrógeno verde”.

Para entregar una visión global de la temática, nuestro portal “Norte y Energía” tomó contactos con la Seremi de Energía, con la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA A.G.; con la Asociación Chilena de Hidrógeno, H2 Chile; y con la Cámara Minera de Chile.

Para el seremi de Energía de la región de Antofagasta, Aldo Erazo, la importancia estratégica del hidrógeno verde en Chile y el mundo, tiene que ver con que “hoy el hidrógeno verde es clave para lograr la meta que tenemos como país de lograr la carbono neutralidad al año 2050. Chile, se ha comprometido a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero para ayudar a frenar el cambio climático que nos afecta globalmente, transitando a un desarrollo sostenible”.

Añadió que “es en la riqueza de energías limpias de Chile donde vemos un motor para descarbonizar las actividades del país, diversificar su matriz energética y generar nuevas industrias de desarrollo local (…) Chile puede transicionar de un país que crece extrayendo recursos no renovables, a uno que produce los combustibles limpios y renovables que requiere el mundo para evitar el cambio climático”. En este sentido, precisó que “como Ministerio de Energía desarrollamos con el apoyo de diversos actores e instituciones la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, que surge de las ventajas que este combustible limpio podría tener ante la actual crisis climática, aportando al proceso de descarbonización y la transición energética y productiva”.

Explicó que “la estrategia también, considera las favorables proyecciones de crecimiento de la demanda global de energía suministrada con hidrógeno en distintos sectores de la economía, tal como la producción de energía eléctrica limpia, industria del transporte, calefacción y en la producción de diversos compuestos en otras industrias. Se proyecta que entre 2025 y 2050 los mercados chilenos de hidrógeno verde y sus derivados tendrán un crecimiento anual del 15%, a causa de aplicaciones domesticas (nacionales) y exportaciones”.

Respecto a si considera que Chile puede convertirse en uno de los grandes productores de hidrógeno verde a nivel mundial, Erazo señaló que “sí. Tal como lo mencionó el Presidente Sebastián Piñera junto al ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, cuando presentaron la Estrategia de Hidrógeno Verde, Chile podría ser uno de los mayores productores de este combustible a nivel mundial y ésa es la meta que nos hemos impuesto como país, desarrollar la industria del hidrógeno verde y situar a Chile entre los principales productores del mundo de este combustible renovable al 2040”.

La autoridad puntualizó que, para lograr cumplir esta ambiciosa meta, la Estrategia Nacional de Hidrógeno ha puesto foco en tres objetivos principales, abordados en tres etapas: 1) Producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030; 2) Estar entre los tres principales exportadores para 2040; y 3) Contar con 5 Gigawatt (GW) de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025.

A través de estas etapas, argumentó Aldo Erazo, se pretende acelerar el despliegue del hidrógeno verde en aplicaciones nacionales clave para 2025 y entrar al mercado de exportación para 2030. “En consecuencia, las metas planteadas por el Ministerio de Energía incluyen ser el líder en inversiones en hidrógeno verde en Latinoamérica, ser líder exportador global, y producir el hidrógeno verde más barato del planeta (con un precio inferior a 1,5 USD/kg)”, aseguró el seremi.

Consultado sobre el tema, el director de Estudios de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA A.G., Darío Morales, indicó que “desde hace varias décadas se están realizando grandes esfuerzos por reducir el uso de combustibles fósiles, tanto en Chile como en el mundo, así destacan la I+D que se ha hecho en la producción de biocombustibles, de electromovilidad e hidrógeno verde. En estos últimos años el hidrógeno verde ha tomado un nuevo impulso, principalmente debido a la importante reducción de costos que han experimentado las tecnologías de producción de energía eléctrica renovable”.

Respecto a si el desarrollo de esta tecnología favorecería a la economía nacional y al medio ambiente, el especialista comentó que “sin duda. La energía es uno de los principales componentes del costo de producción del hidrógeno verde. Así, la amplia disponibilidad de recursos energéticos renovables en Chile tiene como consecuencia que el costo de producción de hidrógeno verde en el país sea muy competitivo con respecto a lo que se puede lograr en otros territorios”.

Sobre los elementos y condiciones que se requieren -a su juicio- para trabajar adecuadamente en esta industria, Morales dijo que “la estrategia de hidrógeno verde planteada por el Ministerio busca la instalación de 25GW de potencia para electrolizadores. Para entender la magnitud de este desafío se puede tener como referencia que el total de capacidad de generación eléctrica actualmente instalada en Chile es del orden de 25GW. Por lo tanto, un elemento central para desarrollar esta nueva industria es la urgencia que esta agenda impone al desarrollo de un sistema eléctrico 100% renovable”.

Quien también tiene algo que decir sobre esta materia es la gerenta general de la Asociación Chilena de Hidrógeno, H2 Chile, María Paz de la Cruz. La directiva explicó que “cada vez -desde se habla de las tecnologías que van a cambiar el mundo en los próximos años-, el hidrógeno verde aparece como una de las opciones que tanto científicos como la propia industria consideran que sí o sí jugará un rol clave en la configuración de la futura matriz energética mundial (…) En el caso de nuestro país, tenemos una ventaja competitiva de ‘nivel mundial’ en materia de acceso a recursos naturales para la generación de energías renovables; especialmente solar y eólica que nos ponen en un pie inmejorable para la producción de hidrogeno verde. Esto nos permite como economía, apuntar al suministro de aquellas aplicaciones difíciles de descarbonizar, como las faenas mineras, el transporte marítimo, la aviación o la elaboración de productos químicos para muchas otras aplicaciones industriales”.

La profesional consignó que “como país nos hemos propuesto producir el hidrógeno verde más barato del planeta para el 2030, estar entre los tres principales exportadores para 2040 y contar con 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025; es decir, tareas que hablan de un compromiso de toda la cadena de valor del hidrógeno. Eso va de la mano con el hecho concreto de que este vector contribuirá con cerca del 21% de la reducción de emisiones de C02 necesarias para la carbono neutralidad, según las proyecciones que ha hecho el Ministerio de Energía. Este escenario nos empuja a establecer más proyectos demostrativos, más experiencias industriales de envergadura real y de ahí a una mayor demanda para impulsar y tensionar la cadena de valor e incentivar el transporte, el almacenamiento y la producción”.

De la Cruz además explicó –de acuerdo a su experticia y experiencia- cuáles son los puntos centrales que nuestro Gobierno, y la industria en general, deben tener en consideración para optimizar los resultados en esta materia.

“Tenemos una Estrategia Nacional que busca generar una legislación que facilite el desarrollo de un mercado del hidrógeno a gran escala, que sea ágil, simple y fácil de implementar. Esto es necesario ya que, desde el punto de vista regulatorio, el hidrógeno es considerado como un insumo químico y no un energético. Esto a la fecha no es una limitante al desarrollo de estos proyectos porque la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustibles) los categoriza como proyectos especiales; sin embargo, es necesario perfeccionar este procedimiento. En este sentido es clave, la aprobación de la Ley de Eficiencia Energética que se encuentra aún en el Congreso”.

Por otro lado, agregó que “es necesario llegar a un consenso de un precio justo al carbono y/o beneficios tributarios que reflejen mejor las externalidades positivas o negativas de los diferentes tipos de energéticos. Se debe nivelar la competencia entre el hidrógeno gris (producido a través de reformado con vapor de metano) y el verde. La Estrategia Nacional considera la creación de mesas de discusión al respecto y esperamos que éstas se conformen pronto, tenemos metas ambiciosas que cumplir al 2025 y al 2030”.

Por último, la gerenta general concluyó que “necesitamos un marco general de convergencia en donde la capacitación, la inversión y el consenso en torno al hidrógeno verde generen un ecosistema adecuado. Afortunadamente, estos aspectos se han ido dando, la Estrategia ha abordado aspectos de financiamiento y capacitación y podemos ver que existe una gran voluntad política para sentar las bases de este ecosistema. Nosotros desde H2 Chile estamos trabajando para fortalecer dichas bases y proyectarlas en el futuro con el fin de darle continuidad a este trabajo. Esto lo estamos haciendo en estrecha colaboración con entidades de gobierno como CORFO y el Ministerio de Energía sobre todo en temas de financiamiento y regulación; así como también, estamos aunando esfuerzos con otros actores del sector privado que se nos han acercado para trabajar juntos en la transición energética del país”.

Un enfoque interesante tiene el presidente de la Cámara Minera de Chile, Manuel Viera, quien explicó que, a su parecer, “la importancia del hidrógeno verde en Chile, es que (nuestro país) puede llegar a ser el campeón mundial en la generación usando para ello energías renovables en el norte de Chile, principalmente en el Desierto de Atacama”.

El dirigente de la gremial, que continuamente organiza seminarios web o ‘Webinar’ sobre éste y otros temas relacionados con la vanguardia productiva, afirmó que “la descarbonización del planeta nos propone un mundo mejor, distinto para 2050: más accesible, eficiente y sostenible, e impulsado por energías limpias como el hidrógeno verde. La importancia del hidrógeno verde (H2) radica que es amigable con el medio ambiente ya que su combustión genera como producto agua, cuyo potencial de calentamiento global es en teoría menor que el de los gases de efecto invernadero, particularmente CO2, generados en los procesos convencionales de combustión de combustibles fósiles”.

Sobre las consecuencias positivas que podría generar para Chile el fomentar el desarrollo de esta industria, Viera señaló que “con buenas políticas públicas, un plan de fomento a la generación de H2 y decisiones rápidas y agiles, Chile sería un gran generador de H2 para el mundo (…) algunos expertos indican que (la producción de hidrógeno verde) podría contribuir cercano al 10 % del PIB, similar al PIB que contribuye la minería; es decir es una oportunidad demasiado apetitosa como para no aprovecharla”.

Cerró su alocución manifestando que “debemos recordar que las últimas estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), publicadas a finales de 2019, prevén un aumento de la demanda energética global de entre un 25 y un 30 % hasta 2040, lo que en una economía dependiente del carbón y el petróleo significaría más CO2 y el agravamiento del cambio climático. Entonces Chile tiene en la mesa, ser el mejor jugador del mundo en la generación de hidrogeno verde”.

¿Qué proyectos existen en nuestro país que buscan desarrollar esta tecnología?

Responde el seremi de Energía, Aldo Erazo.

Existen algunos proyectos que están desarrollando privados, estos están emplazados tanto en el norte como en el sur de Chile, lo que da cuenta del potencial que posee el país.

En este sentido puedo destacar la iniciativa de Engie y Enaex quienes se encuentran trabajando en el proyecto HyEx, el cual se ubica en nuestra región, específicamente en la comuna de Mejillones. Este proyecto tiene como objetivo la producción de amoníaco verde para producir nitrato de amonio, elemento fundamental para el proceso de tronadura en la minería. Este piloto lo esperan desarrollar en dos etapas, estimando que la primera fase comience su operación en 2024.

Otra de las iniciativas destacadas es la denominada Highly Innovative Fuels (HIF), que es promovida por la compañía nacional AME, con la colaboración de Siemens Energy y Porsche junto Enel Green Power (EGP) y la Empresa Nacional del Petróleo, ENAP. Se trata de un innovador proyecto que busca producir hidrógeno verde mediante un electrolizador alimentado por energía eólica. Este proyecto estará ubicado en Cabo Negro, en la región de Magallanes. Se espera que la instalación entre en servicio en 2022, lo que la convierte en la primera planta de este tipo en producir hidrógeno verde en Chile, así como una de las más grandes de América Latina.

Además, en el sector minero se han anunciado tres proyectos que apuntan al transporte de carga en faena, celdas de combustibles y módulos de baterías. Estas iniciativas son lideradas por diferentes empresas nacionales y extranjeras además de consorcios de universidades del país.